
Una de las afirmaciones que veo repetirse constantemente, independientemente de la procedencia de la persona o su formación, es la de “París es París”. Suena mágico, como si realmente no existiera otro lugar igual que París (y viviendo aquí ya casi 6 años estoy de acuerdo con parte de esta afirmación), pero la realidad es que París es la ciudad que es hoy en día por un trabajo duro y parejo que se viene realizando desde la época de Luis XIV, quien fue un gran amante de las artes decorativas y quería posicionar a Francia como líder del sector lujo. Así como lo lees.
Fue exactamente en 1670 cuando se promulgó un decreto conocido como el Decreto de Fontainebleau, creado para fomentar el desarrollo industrial y mejorar la economía francesa atrayendo artesanos calificados y especializados de otros países europeos para establecerse en Francia.
Además de fortalecer la industria nacional, esta estrategia es ideal para repensar esa idea de la “pureza francesa” que tanto se utiliza como parte de la identidad de muchas casas de moda. Si muchas de las prácticas que hoy consideramos como francesas tienen su origen en otros lugares del Europa, ¿podemos realmente hablar de “pureza”?
Más allá de eso, lo cierto es que Francia es un país que le da muchísima importancia a la cultura y a su historia, y lo hace de manera tan excepcional que resulta muy fácil creer en esa idea de que “París es París.” De hecho, incluso en pleno siglo XXI, encontramos parte de su historia de la moda por toda la ciudad.
Algunos de esos pedacitos de historia son los que visitamos en el curso presencial que organizo cada año, junto a mis queridas amigas y colegas Bruna Rigato y Luz Neira García de Fashion For Future.
Entre los highlights de este año estuvieron la Galería Dior, un espacio justo al lado de uno de los epicentros de la marca, 30 Avenue Montaigne, donde Christian Dior estableció su atelier en 1946 y donde hoy en día está una de las tiendas flagship de la marca.
El Museo Yves Saint Laurent, ubicado en el que fue el estudio de Saint Laurent por casi 30 años y que, tras su muerte en el 2008, se convirtió en un espacio que celebra su vida y su trabajo con exposiciones temporales.
Atelier Sara, una empresa familiar fundada en 1986 y especializada en la confección de prêt-à-porter de lujo y alta costura.
Y las icónicas escaleras del departamento donde vivió Chanel, que fueron parte de tantos desfiles y eventos organizados por ella misma.
Aunque esta capacitación solo está disponible una vez al año, gran parte de este conocimiento lo comparto en cada curso que dicto. Esta vez, lo haré a través de uno nuevo: Historia de la moda: los orígenes de la industria.
Puedes encontrar toda la información en este enlace o, si lo prefieres, puedes responder directamente a este correo para que te envíe la información.
¡Hasta el próximo número!