Tenía planeado enviar este número de Fashion Thoughts hace un par de semanas pero, la verdad, el último mes ha sido una locura — los días han volado entre empezar una nueva colaboración con una agencia en Londres y mudarme a un nuevo depa — algo que, si me sigues por Instagram, seguramente ya sabes porque es casi de lo único que he estado hablando 😅
Pero bueno, acá estoy con un tema que, por más que ya no se esté discutiendo tanto, no quiero dejar pasar: la entrevista a Olena Zelenska, primera dama de Ucrania, en Vogue.
La escritora Rachel Donadio junto con la fotógrafa Annie Leibovitz viajaron a la capital ucraniana, Kyiv, para entrevistar a Zelenska y a su esposo, el presidente Volodymyr Zelenskyy. El resultado es un reportaje que busca humanizar la guerra en su país — y no solo a través de la entrevista sino con las fotos que la acompañan.
Como era de esperarse, una revista de moda hablando sobre una guerra generó mucha controversia. La pregunta del millón es la siguiente:
¿Es pura glamurización de la guerra o hay cierta búsqueda por concientizar al público sobre el tema?
La verdad es que la respuesta no es tan simple y por eso he dividido este número en tres partes para indagar un poco más en los distintos aspectos que considero importantes:
Vogue como plataforma para Ucrania
¿La moda es siempre frívola y superficial?
Discursos creados a través de las fotos
Antes de empezar, quiero recalcar que estas son solo algunas reflexiones iniciales. El uso de la moda como plataforma para hablar de temas coyunturales — incluidas las guerras — es un debate que debe incluir un análisis profundo de la construcción de la moda como frívola, superficial y femenina a través de la historia. Por supuesto, esa visión de la moda no es algo que se pueda cambiar de un momento a otro, lo que hace que temas como estos sean tan complejos de analizar.
Vogue como plataforma para Ucrania
Primero lo primero: Vogue tiene un poder y una influencia brutal a nivel mundial. La revista es una plataforma que viene construyendo su posición como líder en los medios desde hace más de 100 años y eso es algo que nadie se lo puede negar, incluso cuando su visión de la moda y la belleza se haya quedado en el tiempo y esté siendo cuestionada. Esto quiere decir que esa misma controversia que generó el reportaje es parte del poder que tiene Vogue y parte de la estrategia de Olena Zelenska y Volodymyr Zelenskyy para mantener el foco en el conflicto en su país.
Además, es importante señalar que el presidente Zelenskyy ha hecho muchas entrevistas sobre la guerra con Rusia en medios internacionales en las cuales usa constantemente su simpatía y popularidad para conseguir apoyo y cobertura de la situación. En este caso, Zelenska ha sido la cara del reportaje, en el cual habla no solo de la guerra, sino de su decisión de volverse un personaje más público para poder seguir apoyando y defendiendo a su país.
Entonces, en realidad, este reportaje es parte de una estrategia de relaciones públicas — y una estrategia muy exitosa.
¿La moda es siempre frívola y superficial?
Históricamente, la moda ha sido vista como algo superficial, frívolo y femenino. En consecuencia, la moda es vista como algo sin importancia y no digna de ser relacionada con temas más trascendentales. Bajo este estereotipo, las revistas de moda son espacios en los cuales no se puede escribir sobre asuntos coyunturales.
Pero lo cierto es que desde los inicios de la industria de la moda moderna, en el siglo XIX, las revistas de moda se han caracterizado por escribir sobre moda, tendencias, arte, literatura, política e, incluso, otras guerras. De hecho, aunque el enfoque de la revista cambió en la posguerra, Vogue cubrió la Segunda Guerra Mundial. Y más allá de informar a sus lectores con esa cobertura, la moda es un reflejo de la sociedad, lo que quiere decir que las tendencias son un reflejo de lo que pasa en cierto momento. Por ejemplo, la moda durante la Segunda Guerra Mundial era austera y práctica no solo por la guerra en sí, sino porque los racionamientos afectaron todos los ámbitos de la vida. Es decir, une no podía ir a comprar tela o prendas cuando quisiera — habían limitaciones en la cantidad de tela que se podía comprar para cada prenda, así como restricciones en la cantidad de veces que une podía comprar en el año.
Entonces, ¿por qué se sigue pensando que las revistas de moda deben estar limitadas a dar una lista de tendencias y recomendaciones para “vestirse mejor”? Parte de pensar la moda como reflejo de la sociedad es entender que esta puede relacionarse con asuntos coyunturales.
Por supuesto, es bastante cuestionable y problemático el hecho que existan conflictos armados en el resto del mundo a los que Vogue no les da el mismo espacio e importancia.
Discursos creados a través de las fotos
Imposible hablar de esto sin mencionar las fotos ya que, finalmente, fueron las que causaron más controversia al parecer, por un lado, romantizar la guerra y, por otro, mostrar que tanto la primera dama como el presidente ucranianos tenían el tiempo para arreglarse y posar para Vogue en medio de esta. Y aquí vale la pena empezar con las declaraciones de Olena Zelenska sobre el reportaje en una entrevista para la BBC:
“Miles de personas alrededor del mundo leen Vogue, y poder hablarles directamente — ese era mi deber. Fue una experiencia muy interesante que duró muy pocas horas. Y la entrevista era muy importante para mi… Creo que es más importante hacer algo y ser criticada que no hacer nada.”
Zelenska explica que tenía claro que iba a ser criticada, pero era más importante para ella tener ese espacio para hablar del conflicto en su país.
Y, aunque para muches esta es la primera vez que la vemos en la revista, en realidad, esta no es su primera aparición en Vogue: la primera fue en Vogue Ucrania en el 2019. Y, si comparamos esas fotos con las del 2022, podremos observar dos diferencias importantes.
La primera es que, en el 2019, Zelenska sonríe en la mayoría de las fotos mientras que en las del 2022 no. El reportaje del 2019 se dio poco después de que su esposo fuera elegido presidente y se enfoca en su nuevo rol como primera dama. Si bien en la entrevista de este año habla de su relación con Zelenskyy, la guerra es el centro de la conversación.
La segunda diferencia es que, en el 2019, Zelenska está usando marcas europeas como Celine, Prada y Lemaire, y los créditos de las fotos muestran una lista de cada una de las prendas con la marca respectiva. Y ese es el lado comercial de este tipo de reportajes. Vogue no escoge las prendas solo porque se ven bien — las escoge porque es parte de la finalidad de la publicación, que es el promocionar y vender ciertas marcas.
En el 2022 aparece este mensaje en cada una de las fotos: “En este reportaje la primera dama usa prendas de diseñadores ucranianos como Bettter, Six, Hvoya, The Coat, Kachorovska, y Poustovit.” Aunque parece mínimo, el hecho de incluir solo diseñadores ucranianos y no hacer una lista con cada una de las prendas quita ese lado comercial. Si bien promocionan su trabajo, lo hacen de forma que se enfocan más en dar a conocer sus nombres y no en vender las prendas en sí.
Una de las fotos más controversiales es la que Zelenska aparece rodeada de mujeres soldados. Si bien es una foto que, de primera impresión, glamuriza la guerra, hay otro elemento importante que se ha dejado de lado: la foto rompe estereotipos sobre quienes representan a un país en una guerra. A lo largo de la historia las mujeres han luchado junto a los hombres en cantidad de conflictos armados, pero desde hace ya mucho tiempo que la imagen de los defensores activos de un país son los hombres. El incluir a mujeres soldados ayuda a romper, de cierta forma, con los roles de género que ponen a las mujeres en el rol pasivo.
Sí, es una imagen extremadamente problemática. Es fuerte. Incluso parece desconsiderada con el contexto actual. Pero teniendo en cuenta que el reportaje es parte de la estrategia de Ucrania, es una imagen que se esperaba que cause controversia. Además, no se puede dejar de lado la elección de Annie Leibovitz como fotógrafa, quien es conocida por mostrar el lado frágil, real y sensible de las personas que retrata.
Estas son, como dije al comienzo, algunas reflexiones iniciales. Este tema da para mucho más y, por eso, te invito a leer la investigación de Deandra Green, gran amiga y colega que escribió su tesis de maestría sobre el rol de las revistas de moda en situaciones de crisis usando como ejemplo a Vogue Italia y un editorial sobre el derrame de petróleo en el golfo de México. Puedes leer más aquí y contactarla a ella directamente (o a mí) para pedir una copia de su tesis.
Quiero cerrar este número recordándote que, como todo en este mundo, una puede crear algo con la mejor intención, pero las personas interpretarán el mensaje a su manera. Personalmente, estoy totalmente a favor de usar la moda como plataforma para hablar de temas coyunturales, pero es importante descifrar si la controversia que pueda generar vale la pena.
En este caso, ya sea que estés a favor o en contra del reportaje a Zelenska, lo cierto es que Vogue logró dos cosas muy importantes: poner a Ucrania nuevamente al centro de la conversación, especialmente en espacios que ya no estaban siguiendo el conflicto tan de cerca, y generar debate sobre el papel de la moda en tiempos difíciles.
¡Hola! En realidad, es un tema complejo, pero pienso que era necesario para esta revista, porque Vogue estaba "al debe" con la guerra en Ucrania. Hace un tiempo atrás, mostraste que de las revistas de moda francesas, sólo una, Elle France, tenía una portada alusiva al conflicto tras semanas de haberse iniciado. Después de eso "silence radio" como dicen los franceses. Vogue USA, no había publicado nada.
Además, no sé si será coincidencia, pero esta entrevista es publicada en un período en el que no hay semanas de la moda, por lo que el público que disfruta de estos eventos, puede que esté más receptivo a leer sobre la guerra en Ucrania.
Y un dato no menor a tener en cuenta. Se viene el invierno en Europa, y lo más probable es que haya un estatus quo en relación a los combates (aprendieron de Napoléon), y además, muchos ucranianos están comenzando a regresar a sus casas. Por lo tanto, pienso que fue "un buen momento" para publicar esta entrevista. En septiembre, sólo se hablará de la Fashion Week... Puedo seguir con mi comentario, pero sería otra newsletter, jajaja ;)